miércoles, 27 de octubre de 2010

Live your life now♥


Anoche tuve un sueño. Soñe con un vestido blanco y escotado. Con una pasarela y un viento que surgia del suelo y levantaba mi vestido. Divertida y avergonzada sostuve el vestido. Y no estaba sola, habían un millón de cámaras alrededor. Me sentía admirada pero vacía por dentro. Luego el otro pensamiento que tuve fue en el que estaba en mi cuarto el teléfono descolgado y yo botada en la cama con un bote de pastillas en la mano. Jamás he recordado porque lo hizo o si fui yo o no.

Estaba dentro de su piel. Ermetícamente dentro. Como si de mi se tratará. Y ella es rubia, alta y una de las diez mujeres más guapas del mundo. Toda una belleza que admirar. Mientras que yo soy morena y ninguna belleza. Cuando yo nací ella ya había muerto. Pero desde que tengo conciencia he oido hablar de ella en boca de tantos. Y si os soy sincera no es la única vez que he soñado que soy ella. Su melena, sus esbelticas piernas, su estrecha cadera, su cara perfecta. ¿Quién no soñaría que era alguien así? Bueno, a estas alturas de mi relato deberían de saber de quien os hablo si alguna vez habeís oido de ella ( es raro que no haya sido así ). Marilyn Monroe.

Pero es que desde siempre he tenido una unión fuerte ha ese nombre, a esa persona que consiguio en vida que se le recordara cuando ya estuviera muerta. Que logro sorprender a un millón de personas. Y cuando yo era niña para poder recordar mi propio apellido me acordaba de ella. ¿Qué cuál es mi apellido? Monroy. ¿Parecido a que si? Monroe. Quitamos la e y ponemos una y. Monroy. Alucinante, siempre alucino con la diferencia, pequeña y abismante a la vez, diferencia que hay.

Yo se porque soñe con ella. Porque esos momentos de su vida. La pasión que llevaba dentro y que ella concedio a aquellos hombres que equivocadamente o no dio. Los sentimientos aguardados. Una vida llena de ilusión, pero vacía. Siento su dolor en mi pecho. Su agonía en mi garganta. Y su alivio en el alma. No ligada a nada. Desaparecida del mundo. Pero recordada por todos. Por todos menos él. El amor de su vida. A quien jamás pudo decirle esas palabras de adiós. Su vida entera. Y un falló acabo con su vida. Con ilusiones, alegría, pasión, sentimientos, secretos, adulaciones, poder, admiración, riqueza, fortuna, bellaza, amor. ¡Amor, oh, el amor! ¿Qué seríamos si no amaramos? ¿Si no tuvieramos una razón por el que levantarnos cada día? Pero estoy segura que cuando murió. Dejo su parte ligada a él. Su mejor esencia. ¿A qué viene todo esto? Es que últimamente me siento como Marilyn Monroe. Muerta. Pero sin recordar. Viva pero sin sentir. Alomejor fui ella en otra vida. O no. Quien sabe los destinos de la vida. 


Como decía Marilyn Monroe: ' Vive tu vida ahora'.

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