jueves, 16 de diciembre de 2010

Cuestión de destino~


Subo las escaleras. Una sonrisa dulce se acomoda en mi boca. Entonces en un abrir y cerrar de ojos todo sucede. Bajas por las escaleras. Te quedas fijamente mirandome a los ojos. Me sigues la mirada más allá de los pasos de tus escaleras. Me hablas, me rió. Continuo caminando. La sonrisa se ha ensanchado. Entro en la biblioteca. La sonrisa se ha transformada en risa en el lugar menos indicado y me molesta estar ahí quieta. Me levanto, recogo las cosas y la gente mira mi cara de felicidad. Te vuelvo a encontrar y una frase basta para saberlo de antemano.

-Encantado de conocerte.

La señal de que si nos volvemos a encontrar en los fríos pasillos, en las escaleras que dan a la ya no tan silenciosa biblioteca, a la fuente del cesped, a las canchas de la parte de arriba o en los bancos de la entrada; esa ves el destino verdaderamente nos cruzará.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Endulzar la vida~

Hace demasiado tiempo que te hecho de menos. Tal vez es por eso es que repase con tanta frecuencia los momentos vividos. O por que anoche allá dormido con una lágrima en la mejilla. Y quizás es por eso porque mientras andaba entre un centro comercial desconocido he roto a reir a pura carcajada a recordar algo que ni le dimos importancia y que al paso del tiempo a cobrado sentido y e incluso me atrevo a decir ¡que humor! Fijaté tu cuanto ignoramos en la vida. Y me siento responsable del paso del tiempo. Y del malgaste de este. Me veo reflejada en el espejo y se lo que veo. Siento lo que aprecio. Y es dificil deciros con exactitud el día que me encontré. ¿No os ha pasado eso? Tranquilos, os pasará. Y me he dado cuenta de que tengo que aprender tantas cosas y que la vida es corta y duraderá según del punto en el que se miré. Y que un día es un nuevo mundo. Y que una noche es el finiquito de otras horas que mueren. Y que no son cobradas. Y el vapor del agua hace ese ruido tan cómico ¡Chup, chup! y la cacerola hace espuma y tu en cambio has decidido quedarte mirar como hace el ruido y reirte a carcajada limpia y coger la mano de tu acompañante y besarla y decirle que los días no tendrían sentido sin él. Y coges los dulces que con tanto esmero has preparado y te los pones de manera divertida y juegas con ellos y los comes y los saboreas. Y se lo restriegas por la nariz y le das de comer. Poquito a poco para que deguste tu esfuerzo. Y eso es saber apreciar los pequeños momentos. Y pararte a saber a conocerte a ti y a los demás. Y entonces me he dado que te echo más de menos de lo que me podría haber imaginado nunca. E ilogicamente no estas a mi lado y nunca volverás.

Entonces los pequeños momentos de felicidad se han guardado en dos magdalenas de colores. Pintando los recuerdos de no hace tanto tiempo. De sabor a fresa, mantequilla y frambruesa. De pera, de plátano y de manzana. De melocotón, de melón y de nata. Y sin saber porque el corazón te oprime y luego queda liberado. Te echaré de menos. Lamentablemente la partida se ha acabado puesto que no queda más azúcar.

Encantada de conocerte.


Baja las escaleras con ese paso ligero. Acabante de terminar unas vacaciones extresantes y a la vez maravillosas. En un momento recuerda todo y sus labios se transforma en una sonrisa. Llega delante de la barra. El chico la mira mientras sirve los cafes. Se le acerca.
- Buenas noches señorita.
- Buenas noches. - Y su sonrisa amplia de antes, crece aún más.
- En unos segundos le atiendo.
- Muchas gracias.
Se aleja con los cafes a unos metros de ella y los señores cogen los vasitos. Entonces el chico vuelve a pasar delante de ella, le sonrie y le guiña el ojo. Ella se ruboriza. Termina de atender a los clientes y se le acerca.
- ¿Ves solo he tardado unos segundos?- Lo dice mirandole a los ojos y dejando caer su dulce sonrisa.
- Verdad, ni tres segundos has tardado.
- Bueno señorita con chicas tan guapas hay que estar atentos a que se sientan lo más comodos posibles. ¿Qué desea tomar?
- Otro café porfavor.
- De acuerdo.

En cuestión de minutos el chico se le acerca le mira unos segundos asegurandose de que miré el café. Ella le da las gracias y el chico se da media vuelta. Hay una nota. En la nota un número de telefono. Le paga le sonrie y le entrega otra nota : 'Encantada de conocerte' y debajo esta escrito su número.

Definitivamente han sido unas vacaciones fascinantes.