miércoles, 6 de octubre de 2010

La historia de un gran amor.

Un día en clase, su mente se perdió, volvió al pasado. Donde tantas cosas había pasado,... Solo se acordó de él. Y empezó a escribir una pequeña historia...Esa historia empezaba por:

Está sentada, mirando por la ventana la calle, los coches pasa, la gente hablando o simplemente caminando. Sin darse cuenta, tiene un pájaro pequeño, de colores alegres, de pico pequeño y de cantar precioso. En un momento, piensa que le gustaría ser como ese pajarito, poder volar sin miedo, sin preocupaciones, sin remordimientos, sin pensar...
Cierra los ojos dejando atrás los coches, las personas, las calles,... Su único recuerdo es ese pájaro que vió, se imaginó siendo él. Viendo el mundo bajo ella, sintiendo como el viento le golpea las alas, el aire entra por su pico y sus plumas son libres. Se imagina posada en la rama del árbol que está por fuera de la casa del chico, ese que llena sus pensamientos. Lo ve allí, sentado delante del ordenador, eschuchando música, hablando con gente y sonriendo sin parar.
Pasan las horas y sigue allí, observándolo. En un momento inesperado lo llaman por el teléfono, algo grave le dicen porque su sonrisa desaparece y unas lágrimas empiezan a caer deslizandose por sus mejillas. Colgó, apagó el ordenador, se echo en la cama sin dejar de llorar, sin poder parar de pensar,...
Pasa una hora desde que él esta llorando y ella mirandolo. Tiene ganas de decirle que está alli con él, que quiere darle un abrazo, quiere consolarlo. Pero, de repente, empieza a sonar su teléfono al otro lado, cree que es la imaginación. Cuando abrió sus ojos se dió cuenta de que es verdad que sonaba y aún lo sigue haciendo. Contesta y escucha al otro lado esas palabras que le dicen...
-Hola, ¿puedes hablar?
-Sí, no estaba ocuapada.
-Vale, ¿te puedo contar algo?
-Claro, sabes que siempre podrás...
-Me encuentro mal, mi madre me acaba de llamar diciendome que Dios se acaba de llevar a mi abuela, a mi vida, mi alma,...
- Lo siento. Me gustaría estar ahí contigo.
-Necesito contarlo, decirselo a alguien en la que confío, esa eres tú. No se por qué pero creo que algo me dice que lo haga... No puedo más, Dios se llevo toda mi vida, mi apoyo, mi luz,...Me quiero ir con ella.
-No me digas eso, por favor. Ella te quería, te quiere y te querrá. Sé que era la que te levantaba cuando te caías, la que te cuidaba cuando estabas malo,...Pero piensa que ella no quiere que sufras, le encantaba tú sonrisa,... Te sientes solo, pero no es así, ella te sigue cuidando desde el cielo, desde ese sol que brilla todos los días como brilla ella. También tienes a tu familia, esa que siempre tendrás cuando pienses que no tienes a nadie.
-Me siento solo, muerto, hundido. Pero gracias por escucharme este tiempo, por aconsejarme siempre y por estar siempre ahí.
-Siempre estaré a tu lado y siempre amaré ayudarte. Descansa y tranquilizate. ¡Te quiero!
Colgaron sus teléfonos, ella sin pensarlo, sin esperarlo, empezó a llorar. Sintió una alegría pero, a la vez, una tristeza. La abuela había fallecido, pero él la buscó en su peor momento.

Acabo esta historia y se la leyó a su amiga. Empezó a llorar, sintió una alegría inmensa por poder recordar cada palabra, cada beso, cada minuto y segundo. Lo amó, lo ama y lo amará. Tiene todos sus recuerdos junto a ella, en su corazón y en su mente. No puede luchar por borrarlos, no puede dejar de pensarlos. 
Solo quiere RECORDARLO.

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