miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tratando de puertas medias abiertas y ahora cerrada.


- Tú abristes esa puerta. Y tú debes de cerrarla. De golpe, de un portazo, despacio, con delicadeza, de la manera menos esperada, con el pie, con la mano, con una llave, eso coge una llave, echale un candado, y tira la llave al mar, a lo más profundo donde jamás puedas rescatarla. Solamente, cierra la puerta. 

Adiós.

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