sábado, 27 de noviembre de 2010

La luz.


Escuché con atención el ruido de la lámpara mientras la encendia y la apagaba.
Click. Clack. Click. Clack. Click. Clack.
- ¿Qué haces?- Dijo una voz cercana. 
- ¿No lo ves? 
-Si.
- ¿Entonces porque preguntas?
- Porque me parece estúpido lo que haces.
-¿Estúpido?
-¿Para que apagas y enciendes la luz?
- No lo sé, me recuerda al día y a la noche. 
- ¿Y por eso lo haces?
-Tal solo por eso no, tal vez  por demasiadas razones.
- Pues acaba ya porque la bombilla se puede fundir.
-Ya se fundio hace demasiado tiempo pero no te has dado cuenta
que solo se oye el ruido y que no se 
enciede y se apaga.

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