Los días se me hacen corto cuando estoy en sus brazos. La vida es una total contradicción. Es posible que cuando no quieras el tiempo vaya lento y que cuando quieras pararlo vaya más rápido, pero aún así sigo desembocando mi dedo por tu torso. Veo sus ojos centelleantes y sé que me ama más de lo que nadie lo ha conseguido hacer. Y comprendo que no necesito más. Me susurra en el oído algo tan hermoso que es reporable si lo escribo, como si pudiera perder su magia. Y la forma en que me mira, me toca, me trata, me besa, me hace el amor.. Es la forma justa que todas buscamos. Y el azúcar se nos sube cuando hablamos, las nubes quedan debajo de nuestros pies, las almas se entrelazan, las palabras desembocan en nuestros oídos, las comesuras se transformar en una mueca;en efecto una sonrisa. Y hemos vencido los 140 km por hora y nada ni nadie nos podrá alcanzar.
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